No hay palabras para describir el dolor por la pérdida de un ser amado. Al bajar del Cerro Peña Blanca, además de los curiosos pobladores, que no daban crédito a lo ocurrido, se encontraban perplejos los familiares del capitán de la aeronave, Aquiles Ortega, quien soñaba con convertirse en piloto comercial. Cuando los periodistas llegaron a La Laguna, una de las personas que los acompañó al inhóspito lugar fue Dámaso Ortega, primo del hoy occiso, quien con voz entrecortada relataba que Aquiles era un hombre bueno, decente y de su familia, ya que sólo vivía para su mujer e hija de apenas dos años de edad.
Mientras, en el aeropuerto de Albrook, desesperados y con ansias de estar allá, esperaban Gladys, Elena y Armando, parientes del capitán Octavio Arrivillaga, de 59 años, oriundo de La Villa de Los Santos.
Entre lágrimas y gemidos, Gladys, hermana de Octavio, contó que por la profesión de él siempre tenían el alma de un hilo.
Ellos esperan las investigaciones, porque su ser querido era cuidadoso. Hoy llega su hija Marcela procedente de Colombia, para unirse a su hermano "Tavito" y el resto de la familia.
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