Se la quiso tirar de gracioso. Gabriel Candanedo Marmolejo, de 34 años, deambulaba por el área conocida como Calle de los Indios en la barriada Santa Isabel de Pedregal, cuando al ver a los policías se puso nervioso.
Su comportamiento sospechoso alertó a los uniformados, pues éste los miraba una y otra vez. De pronto empezó a correr. Fue entonces cuando al acelerar la marcha tiró en una cuneta un arma de fuego calibre 380 con 11 municiones vivas.
Cuando lo capturaron alegó: "Ustedes no me agarraron con la pistola encima, por lo que mía no es". Pero esto no lo libró de su delito, porque fue puesto a órdenes de las autoridades competentes.
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