Los sucesos acaecidos en los últimos días en el Instituto Panameño de Deportes (Pandeportes), tras la destitución de su director, el ex grandes ligas Omar Moreno, y lo que ocurrió poco después de su nombramiento -donde, sin duda alguna, hubo presiones desde lo alto para sacarlo del puesto-, me han dejado hondamente preocupado.

Tanta es mi inquietud, que siento que la frase "déjese de zoquetadas", recientemente utilizada por el Presidente de la República, dirigida a un alcalde del país, bien puede ser aplicable a los funcionarios involucrados en la polémica destitución de Moreno, especialmente a los encargados de regir la educación nacional.

Los problemas en el Ministerio de Educación abundan y a 144 días de gestión de la actual administración de Gobierno, no hay visos de que estos se hayan resuelto. Está bien... el Ministerio de Educación es un monstruo de problemas; eso lo sabemos, y quizás no es justo que en tan poco tiempo podamos calificar la actuación de quienes lo dirigen.

De esa misma manera, tampoco considero responsable que en tan poco tiempo se pretenda calificar la labor de alguien, en una institución (Pandeportes) que -a menor escala- también tiene grandes dificultades.

A Moreno poco lo conozco, de la Ministra de Educación sé la excelente labor que ha hecho como comunicadora, del subdirector de Pandeportes, Henry Pozo, no sé absolutamente nada, pero por la forma como se ha expresado de un reconocido comentarista de boxeo debido a su situación de salud y por la forma como lo hizo aludiendo a la situación física del asesor de Moreno, Luis Celis, deja una mala impresión de lo que es capaz de hacer y decir. Lo que se hizo con Moreno ya no tiene marcha atrás, y luego de este triste capítulo para el deporte nacional, no queda otra que pedirle a los actores principales de esta polémica -los que siguen siendo funcionarios- que se dediquen a trabajar no a figurar; la educación nacional y el deporte lo requieren, eso sí, sin actitudes egocéntricas ni autócratas.