Dimes y diretes entre católicos. Eso es lo que se ha generado en el pueblo de Capellanía de Natá entre la feligresía y el sacerdote. Tanto es así que la comunidad sacó a San Andrés, el santo patrono de la iglesia, y ahora realizan las novenas en un kiosco.

Resulta que hay dos santos en la iglesia y el párroco, supuestamente, ha menospreciado la imagen más antigua de San Andrés (60 años), y advirtió que ese santo no saldrá a la procesión, por lo que la comunidad sacó esa imagen de la capilla y celebran las novenas en una tienda.

El año pasado, la imagen de San Andrés fue a parar a la corregiduría y hasta estuvo en un depósito, pero la feligresía la rescató.

Este año la imagen vieja del santo fue colocada, por órdenes del cura, en el Santísimo; sin embargo, esto no gustó a la población, ya que la imagen le daba la espalda al pueblo, según la creencia de los moradores.

Los lugareños informaron que monseñor Uriash Ashley, de la Diócesis de Penonomé, les dio permiso para sacar el santo y realizar las novenas fuera de la iglesia. Advirtieron que el próximo 30 de noviembre, en el marco de las patronales, el santo saldrá vestido de blanco al igual que la comunidad que lo paseará junto a la procesión que inicie el sacerdote con la otra imagen, con o sin bendición.

Se trató de obtener una versión del párroco Samuel Arcia, pero el sacerdote encargado dijo que estaba en su día libre.