
En el parque, los niños pudieron jugar.
Fotos: ROXANA PALACIO
En el parque, los niños pudieron jugar.
Fotos: ROXANA PALACIO
En el parque, los niños pudieron jugar.
Fotos: ROXANA PALACIO
“Estoy muy contento, porque antes solo servía para que los maleantes robaran, ya no teníamos dónde jugar y nos daba miedo. Ahora está bonito”.
Eugenio Pinedo
“Agradecido me siento, porque hacía falta volver a venir al parque a jugar, pues teníamos miedo a que nos picara algo o que nos robaran”.
Hakner Llerena
En el parque, los niños pudieron jugar.
Fotos: ROXANA PALACIO
“Estoy muy contento, porque antes solo servía para que los maleantes robaran, ya no teníamos dónde jugar y nos daba miedo. Ahora está bonito”.
Eugenio Pinedo
“Agradecido me siento, porque hacía falta volver a venir al parque a jugar, pues teníamos miedo a que nos picara algo o que nos robaran”.
Hakner Llerena
En el parque, los niños pudieron jugar.
Fotos: ROXANA PALACIO
“Estoy muy contento, porque antes solo servía para que los maleantes robaran, ya no teníamos dónde jugar y nos daba miedo. Ahora está bonito”.
Eugenio Pinedo
“Agradecido me siento, porque hacía falta volver a venir al parque a jugar, pues teníamos miedo a que nos picara algo o que nos robaran”.
Hakner Llerena
En el parque, los niños pudieron jugar.
Fotos: ROXANA PALACIO
“Estoy muy contento, porque antes solo servía para que los maleantes robaran, ya no teníamos dónde jugar y nos daba miedo. Ahora está bonito”.
Eugenio Pinedo
“Agradecido me siento, porque hacía falta volver a venir al parque a jugar, pues teníamos miedo a que nos picara algo o que nos robaran”.
Hakner Llerena
En el parque, los niños pudieron jugar.
Fotos: ROXANA PALACIO
“Estoy muy contento, porque antes solo servía para que los maleantes robaran, ya no teníamos dónde jugar y nos daba miedo. Ahora está bonito”.
Eugenio Pinedo
“Agradecido me siento, porque hacía falta volver a venir al parque a jugar, pues teníamos miedo a que nos picara algo o que nos robaran”.
Hakner Llerena
“Es gratificante tener nuevamente nuestra cancha y que no quedara en el olvido”, dijo Gabriela Sánchez, una de las residentes de Don Bosco, quien antes de que se volviera un nido de maleantes por el alto monte y el descuido en el que se encontraba, hacía ejercicios en el lugar de día y de noche.
Ayer, desde temprano, fueron llegando niños de todas las edades, había refrescos, mascotas jugando y una cancha totalmente renovada.
Vicente Duncan, subgerente deportivo de la Alcaldía de Panamá, manifestó que esta reapertura le trae mucho orgullo, pues los niños y residentes podrán disfrutar de sus nuevas adecuaciones. Informó que el lugar tiene baños, nuevas gradas, un campo para que las personas caminen y corran, además de vestidores y las canchas para jugar fútbol, béisbol y voleibol.
“Lo principal son los niños, había que hacer algo para ellos, pues son el futuro de nuestro país”, aseguró el funcionario.