La Asamblea Legislativa se convirtió ayer en un recinto de oración, cantos al Dios Todopoderoso, además de una lluvia de bendiciones para los que llevan la batuta de la entidad y para todo el pueblo panameño.
El pastor Edwin Álvarez apuntó que próximamente las sesiones del legislativo iniciarán con "la palabra de Dios y luego la del hombre", de aprobarse una propuesta presentada por un grupo de diputados. El pleno, que estuvo atiborrado de líderes cristianos, se estremeció cuando estos hacían un llamado a los parlamentarios para entregarse a Jesucristo.
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