"Empezar de la nada y sin ánimos"
Casi 20 hectáreas de arrozales fueron arrasados por las corrientes del río Bayano.

Rubén Polanco | DIAaDIA

Tienen sus títulos de propiedad y seguirán trabajando sus tierras. Los campesinos que tenían sus cosechas en las riberas del río Bayano dijeron que sus ancestros cultivaban en estas tierras y cuando el IRHE estaba a cargo de la represa había un mejor control al momento de abrir compuertas.

Miguel Risso, residente en El Llano, de Chepo, fue uno de los que perdió todas sus cosechas en unas 10 hectáreas de terreno. "Cuando uno ve esto primo, da tristeza, porque uno se imagina todo lo que se sudó para levantar los cultivos y ahora sin nada", dijo este productor casi sin aliento.

Unos 6 mil dólares en pérdidas les ha dejado las inundaciones causadas por la apertura de la represa Bayano. Los potreros que tenía para ordeñar el ganado quedaron inservibles: el costoso pasto mejorado que había sembrado se secó. "Creo que esa agua de la represa tiene químicos, porque todas las tierras las ha dañado", señaló Miguel.

Aún debe 10 mil dólares en préstamo al BDA, que pidió para iniciar la siembra. Además de los cultivos, alimenta a sus 3 hijos y cónyuge. Ayer todos los productores de las riberas del río Bayano se quedaron esperando al personal del MIDA, que iba a hacer los avalúos de las siembras perdidas. "Para mí que esas empresas le dan un salpique al MIDA para que no vengan", indicó.

LA CASA SE FUE ABAJO

Pedro Luna, de 65 años, fue otro de los productores que perdió todo. La casa de bloque que tenía en la finca la tumbaron las aguas. Él, junto a su cónyuge Magali Zúñiga, sólo pudieron llevar los ganados a un lugar más alto y seguro.

"Pellín", como le dicen a Pedro, heredó esta finca de su padre. "Ahora que viene diciembre y uno necesita su realito pasa esto pues, no tenemos nada si dependemos de esto", dijo Luna.

CAñITA TAMBIEN SUFRIO

Las aguas vertidas por la represa Bayano también alcanzaron más de 50 fincas en Cañita, Chepo. Uno de los más afectados fue Luis "El Compa" Rizo, de 60 años, quien perdió 20 hectáreas de arrozales que quedaron secos.

El compa Risso dijo que va a cosechar lo que se salvó y en base a eso va a hacer los cálculos, a fin de exigir que los responsables paguen lo que perdió. "Si quieren arreglar por la buenas acepto, pero si no, voy hasta las últimas consecuencias", señaló.

Indicó que él tiene acuerdos de patrocinio con casas comerciales que ahora les quedará en deuda por lo sucedido. El pasado 14 de diciembre de 1999 también perdió más de 20 hectáreas y aún espera que se dé el fallo.

A esta comunidad sí llegó el personal del MIDA, el IMA y la empresa AES Panamá a realizar las inspecciones de las pérdidas.

Hoy los productores de Cañita y El Llano se reunirán en esta última comunidad con personal del MIDA, AES Panamá y ETESA.

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