El año pasado, el 6 de diciembre, lo llevaron al Centro de Salud por tener en la boca una peladura. Sus padres pensaron que era algo leve. Le enviaron 6 inyecciones, pero siguió igual.
Meses después, Alejandro Ríos, de 16 años, fallece de una leucemia mieloide aguda. Su padre, Alejandro, lo recuerda como una “tremenda persona con los demás” y lo describe como alguien callado, reservado y de opiniones fuertes cuando lo tenía que hacer.
Alejandro fue enterrado este jueves, mientras cinco amigos muy cercanos de su padre decidieron acompañarle en su dolor. Ellos tomaron una avioneta en Panamá, pero no pudieron llegar a Pocrí (Aguadulce). Se estrellaron y murieron todos.
Su padre recuerda que decidió llevarlo al hospital en donde quedó internado. Un amigo médico le dijo que le preocupaba, porque las defensas estaban bajando muy rápido, "en ese momento pensé que podría ser otra cosa, que más tarde confirmé".
Gloria Ramos de Ríos, madre de Alejandro, dice que todos lo conocían como Yunito. Ella recuerda que éste era “un chico bello como persona, era un poco tímido, muy maduro para su edad, además, era un chico muy alegre, servicial con las personas y amistades, era también muy juguetón”.
METAS
El sueño de Junito era ser médico cirujano, pero al conocer su diagnóstico pedía ser médico hematólogo.
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