En medio de las cenizas y los escombros varias persona buscaban algunas pertenencias que se lograron salvar del fuego. Se trata de las familias que vivían en el caserón de madera N°11-34, ubicado en Avenida B, en San Felipe, luego que el viernes un incendio consumiera sus casas. Sacaban pailas, ollas, artículos de hierro y uno que otro documento que iban colocando al sol. Mientras que otros sólo se resignaban a observar lo que una vez fue su hogar y ahora está convertido en ruinas. El edificio fue demolido ayer por el MIVI, ya que era un peligro para los transeúntes y sus estructuras estaban débiles.
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