En menos de una semana, Gonzalo Higuaín ha realizado lo de siempre: ser el salvador del Real Madrid. Con Florentino o sin Florentino, con Cristiano o sin Cristiano, bajo cualquier circunstancia, es el alma del gol en el equipo.
Ayer volvió a hacer de las suyas. Como pícaro soñador, este jugador, de historia clásica, de padres argentinos, pero nacido en Francia, podría ser el compañero de travesuras de Henry, pero decidió esperar a que "Diegol" lo llamara, porque soñaba con vestir la albiceleste.
Pues ayer fue a lo suyo, marcar un gol y salvar al Madrid, que pese a no tener un gran partido, salió bien librado del escenario, líder solitario del grupo, casi metido en octavos y, como gran valor agregado, logró lucir nuevamente a su CR9 en el terreno de juego.
Ronaldo dejó una sensación agradable en la afición, sí, fue recibido con aplausos, como era de esperarse, pero de inmediato en la cancha se le vio el hambre del gol, la desesperación del cazador que no encuentra a su presa, y la tuvo cerca, pero el Zurich dijo que no...
¿SOLO ESO?
La afición del Santiago Bernabéu quería más goles, más acción, mejor juego, pero sin ser aburrido, el Madrid sacó lo suyo, pudieron ser tres, como pudo ser ninguno, pero los tres puntos están en el bolsillo y el liderato, bien, a falta solo de la visita a Marsella, donde el equipo tendría que perder por más de dos goles para amargarse la existencia.
El último partido de liga igual se ganó 1-0, con el mismo artista en el gol. Es que Higuaín sabe cómo, y después de tres años, el Bernabéu reconoce su talento, y al final, con empujones o sin ellos, Maradona sabe que tiene un gran jugador para explotar.
Con la victoria blanca, sumada a la del martes del Barcelona, los dos grandes del fútbol español llegan tranquilos, en sus grupos de Champions, al superclásico este 29 de noviembre.
QUIERE MAS
Pellegrini, técnico del Madrid, cree que el juego desplegado por su equipo no es el que desea el cuerpo técnico.
