En su corazón, el panameño Tito "El Misil" Mendoza sentía que le había ganado al húngaro Zsolt Erdei.
Por esa razón, inmediatamente luego del pleito en Dresden, Alemania, en el marco de una conferencia de prensa, el orgullo de Veraguas aprovechó la oportunidad para pedirle cara a cara la revancha directa al campeón semipesado de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
"Yo le pedí la revancha directa a Zsolt Erdei y me dijo que lo iba a pensar. El apoderado del húngaro dijo que su pupilo iba a tomar un tiempo de descanso y que luego iba a analizar lo de la revancha", expresó Mendoza.
A pesar de haber regresado a Panamá sin la corona mundial de las 175 libras de la OMB la noche del lunes, "El Misil" no vaciló para gritar a los cuatro vientos que él era el campeón número 25, nacido en Panamá.
"El título me lo robaron. Yo me siento como un campeón sin corona porque hice mi trabajo y al final sé que gané por los puntos. Considero que mi esquina y mi persona hicimos el trabajo para ganar", enfatizó.
ACLARACIONES OPORTUNAS
Algunos puntos sobre el remate final en el cuarto asalto, cuando Erdei estaba en malas condiciones; y la falta de agresividad durante el combate, fueron aclarados por Mendoza.
"Le conecté un gancho de derecha a la mandíbula en el cuarto round que lo puso en malas condiciones. En ese momento me le fui encima, pero no lo pude rematar. Te cuento que este húngaro es muy vivo porque se pudo recuperar rápidamente. Yo tenía buen aire para rematarlo, pero se me escapó debido a su gran condición física. Por algo es un campeón sólido, con nueve defensas de su corona", comentó.
Sobre el aspecto de la agresividad, "El Misil" dijo que la pelea a distancia era la que le favorecía.
"Yo superaba a Erdei en tamaño y alcance y era ilógico que peleara a la corta distancia. Este boxeador es rápido de manos y tiene buena pegada. Al final, yo hice mi trabajo para ganar, pero lastimosamente dos jueces del combate no lo vieron así", precisó.
BREVE DESCANSO
"El Misil", quien regresó ayer a Veraguas, dijo que el lunes estará nuevamente en el gimnasio.
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