
Garcés volvió al fútbol profesional este torneo, luego de casi dos años sin jugar.
Foto: Anayansi G?z
Garcés volvió al fútbol profesional este torneo, luego de casi dos años sin jugar.
Foto: Anayansi G?z
Garcés volvió al fútbol profesional este torneo, luego de casi dos años sin jugar.
Foto: Anayansi G?z
Garcés volvió al fútbol profesional este torneo, luego de casi dos años sin jugar.
Foto: Anayansi Gámez
Garcés volvió al fútbol profesional este torneo, luego de casi dos años sin jugar.
Foto: Anayansi Gámez
Garcés volvió al fútbol profesional este torneo, luego de casi dos años sin jugar.
Foto: Anayansi Gámez
Garcés volvió al fútbol profesional este torneo, luego de casi dos años sin jugar.
Foto: Anayansi Gámez
En el transcurso del cotejo, otra voz circulaba entre la prensa especializada. El verdadero motivo para que jugador número 7 de los “monjes” no estuviera en la caja verde del Artes era que “el ariete supuestamente habría sido amenazado de muerte, si pisaba el terreno de juego ante Chorrillo”. Todo era en rumor. Al final, “Pistolero” no jugó y el San Francisco, aunque ganó 2-1, no clasificó a la final de este Torneo Apertura 2011 de la LPF.
La mañana de ayer, DIAaDIA quiso saber la verdad sobre este tema y se contactó con Leonardo Pipino, técnico del San Francisco, quien explicó la razón por la que el artillero de Puerto Caimito, La Chorrera, no jugó el trascendental compromiso y negó que las personas que contactaron a Garcés lo hicieran con la intención de que este no jugara el duelo.
“Garcés tuvo una tarde complicada. A él lo llamaron para amenazarlo, diciéndole que si llegaba a la cancha, su integridad correría peligro”, mencionó el estratega argentino, quien aclaró que la única prueba que tenía era el testimonio del jugador.
El timonel dejó claro que la situación de Garcés no tenía nada que ver con el fútbol; más bien, fue un tema social.
“Esto es un problema de la sociedad, no del fútbol. En el deporte se trabaja para que la gente no esté involucrada en este tipo de cosas, para que sea una vía de escape; creo que es mínimo el número de atletas que se ven involucrados en situaciones como esta”, señaló el técnico.
Pipino también aclaró que el jugador no fue el causante de lo sucedido, pues el problema era de un familiar suyo. “Lo que sucedió con Garcés es inherente a él. Él recibió una amenaza, porque tiene un familiar que, aparentemente, no tiene una conducta correcta”, concluyó el entrenador.