Unos 140.000 desplazados por la nueva rebelión en el oeste de la República Democrática del Congo (RDC) han vuelto a recibir ayuda humanitaria diversa de la ONU desde este fin de semana, confirmó hoy en Ginebra la organización.
"Estamos en una carrera contra el tiempo para asistir a 140.000 desplazados internos en unas doce localizaciones", señaló el portavoz de la Oficina de Ayuda Humanitaria de las Naciones Unidas, Jens Laerke.
La rebelión en el oriente de la RDC, inmensamente rico en recursos naturales, ha implicado la toma de control de Goma, una de las ciudades más importantes de esa parte del país, con un millón de habitantes, por parte del grupo rebelde M23 desde hace una semana.
Sobre la situación en esta ciudad, la portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Elisabeth Byrs, dijo en Ginebra que imperaba "una tensa calma" en esa ciudad, donde hoy se terminará la distribución de alimentos a 81.000 personas y este organismo planea reforzar la presencia de sus colaboradores.
Byrs aclaró que, contrariamente a otras organizaciones de ayuda, "ningún empleado del PMA" a abandonado la zona del conflicto, que ha causado más de un centenar de muertos.
Sin embargo, el personal de las Naciones Unidas se rige por un toque de queda que rige de las 18.00 horas hasta las 07.00 del día siguiente.
Asimismo, dijo que si por el momento no se registran nuevos enfrentamientos dentro de Goma, desde allí se escuchan tiros de artillería y sonidos de fuertes combates desde las localidades cercanas de Sake y Kibumba.
Mientras, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) efectuó una misión de evaluación en una treintena de escuelas de Goma, de las cuales veinte estaban ocupadas por desplazadas y el resto habían sido saqueadas o destruidas, lo que dificulta el retorno de los niños a las aulas.