Ambos se acusaron de juego sucio. Los jugadores de los seleccionados de Rugby de Irlanda y Argentina, que disputaron ayer un test-match, que terminó con victoria local por 21-19, se acusaron mutuamente de comportamiento antideportivo al final del partido.
El capitán argentino Agustín Pichot se quejó de la actuación del árbitro inglés Tony Spreadbury, ya que a su entender tomó alguna decisión, empujado por las protestas de los jugadores irlandeses.
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