La comercialización en forma indiscriminada del material pétreo de las riberas del río Changuinola fue el detonante para que la población de El Silencio decidiera cerrar el paso hacia la cantera.

Los moradores informaron que las empresas han devastado las orillas del río, a tal punto que han debilitado las riberas y cada vez que crece, amenaza con arrasar la comunidad.

Sin embargo, Albero Jurado, de la empresa Bagatrac, manifestó que cuenta con un permiso para extraer material pétreo del río, además de un Estudio de Impacto Ambiental.