A pesar de la rápida respuesta de ayuda que panameños y extranjeros les han dado a los afectados por las inundaciones en las provincias de Chiriquí y Bocas del Toro, la actual situación demuestra que Panamá no estaba del todo preparado para este tipo de emergencias.
Jaime Fernández, presidente nacional de la Cruz Roja, dijo que no se esperaba que las inundaciones fueran de tal magnitud. "Panamá no está acostumbrado a percibir este tipo de fenómenos atmosféricos, pero esto nos va haciendo más fuertes, viendo los errores para irnos preparando poco a poco para el futuro", dijo.
Explicó que la respuesta ha sido "rapidísima y excelente"; sin embargo, las inclemencias del tiempo y la inaccesibilidad de los caminos ha sido un gran impedimento para que la ayuda pueda llegar a todos los lugares. Por eso es que no se puede dar una cifra exacta de los afectados. "Es imposible que digan que no se trabajó a tiempo", aseveró.
Por ahora, la Cruz Roja hace un llamado internacional para ubicar contribuciones y realizar proyectos de agua, letrinas y poder cooperar con quienes lo han perdido todo.