Duermen en cartones. (Foto: Alexander Santamaría / EPASA)
Didier Hernán Gil
| Bocas del Toro, DIAaDIA
Todavía la lluvia no cesa en Bocas del Toro. Hay desesperación en algunos poblados de Changuinola y Guabito, pues no les llegan la ayuda que requieren. No fue hasta ayer, que el Gobierno Nacional logró enviar la mercancía seca que se encontraba en los centros de acopio de David, pero como la prioridad era comida y leche, aún hay niños que duermen en cartones, pues las colchonetas no han llegado a esta provincia.
IMPROVISAN
En Finca 51 hay casas en las que todavía el agua no desaparece. Marisol Montenegro reside en este sector, cerca de la carretera Interamericana y relató que el sábado el patio de su residencia se llenó de agua. Para dormir, ese día tuvieron que colocar las camas sobre dos bloques, pero eso no sirvió de barrera, ya que el nivel del agua les llegó hasta el pecho.
Eso obligó a la familia a alojarse en un kiosco a orillas de la calle, pero el agua llegó hasta allá. Las pertenencias que sacaron de la residencia las tuvieron que subir al techo del local para mayor seguridad.
Ha pasado una semana y esta familia continúa durmiendo en el techo. Allí, en ese sitio, tiene una mesa cubierta con frazadas y algunos artículos de cocina. Por las noches, sobre el zinc, colocan una carpa y un paraguas enorme para protegerse del frío.
"Estamos muy molestos aquí porque nada más nos ha llegado agua. Sin embargo, vemos que para Guabito pasan carros con cantidad de comida", expresó.
Esta bocatoreña manifestó que solo ha recibido dos libras de arroz, una jamonilla, una libra de azúcar y una latita de leche. Seis casas de sus familiares vecinos están en condiciones similares, incluso dijo que tienen a un abuelo de 94 años montado en una casa de tambo y para llevarle comida hasta allá tienen que saltar varias mesas y troncos.
En este mismo poblado se conversó con Nicolás de León, quien posee una abarrotería y calcula que el agua le ocasionó pérdidas por arriba de los dos mil dólares. Todavía ayer trataba de secar algunas de sus pertenencias con el apoyo de su hijo.
AGRADECEN A DIOS
Al menos en el albergue que está en El Empalme de Changuinola la situación es más amena. Allí DIAaDIA encontró a Olga Valenzuela y Kerne Rodríguez "cogiendo un cinco" luego de preparar el almuerzo para 172 personas, donde hay 58 niños, pero todos duermen en el suelo.
Ayer, en estas familias había rostros de felicidad, ya que estaban aburridos de comer sardina y tuna, puesto que les llegó carne. En cada salón de la sede de la Universidad de Panamá habitan cuatro familias.
Se conoció que el trabajo de limpieza y cocina es compartido entre todas las familias damnificadas.
SE ACABA EL DINERO
En la zona fronteriza de Guabito, todavía las personas continúan con temor y se mantienen observando el nivel de agua del río Sixaola.
De regreso a Changuinola se observó varias carpas improvizadas a orillas del puente de San San, donde el dirigente Norberto Miranda, manifestó llevan 150 personas y durante todos los días de inundación se han alimentado a punta de frijoles con plátano. Al menos, les llega el agua potable, pero consideran injusto que no sean tomados en cuenta.
EN CIFRAS
Hay 31 albergues en Bocas del Toro. 2 helicópteros distribuyeron alimentos. 20 escuelas son albergues. 9 iglesias y 2 familias han ofrecido sus casas. Hay 13,496 personas en los albergues.