Empiezan de cero. Los residentes de calle 15 Río Abajo amanecieron tratando de encontrar algo que haya resistido a las llamas que se apoderaron de 22 cuartos la tarde del jueves. Y es que tenían la esperanza de hallar una pieza de ropa u objeto de valor que les pudiera servir.

Así estaba la señora Dinora, quien echaba vestidos en una bolsa negra y botaba casi todo lo del cuarto, mientras que, sin hablar, su hijo observaba todo. Al momento del incendio, en la casa no había nadie, pues el muchacho estaba en la escuela y ella en su trabajo.

Poco a poco iba llegando la ayuda para las familias que habitaban los 22 cuartos de la barraca 30-19 y que decidieron quedarse en casa de familiares para no ser abandonados por las autoridades, pero éstas, de inmediato, iniciaron los estudios para la reconstrucción del inmueble.