Pareciera que todo lo malo se pega. Al menos esa fue la impresión que dejó la organización de los desfiles en Betania, celebrados ayer en conmemoración de la Independencia de Panamá de España.

Al igual que ocurrió en las festividades del 3 y 4 de noviembre en la capital, los planteles estuvieron muy distantes unos de otros; además, hubo un notorio desorden en la formación de los colegios.

Pero de todo lo malo, algo bueno se saca. Y esa fue la niña Shari Prado, de 7 años, quien a pesar de su situación, desfiló en una silla de ruedas, ayudada por dos compañeros de la escuela Manuel E. Amador, donde cursa el primer grado.

Dejando a un lado los obstáculos, esta pequeña mostró su mejor sonrisa ante el sol radiante que acompañó el desfile.