El Valencia se despidió de la Liga de Campeones, tras empatar sin goles en Mestalla ante el Schalke 04, en un encuentro que el equipo español jugó en inferioridad numérica durante una hora por la expulsión de Albelda.
Pese a todas las adversidades que tuvo que afrontar, el equipo de Ronald Koeman mereció mejor suerte, ya que fue el único que buscó con ambición la victoria y luchó por ella hasta el último minuto.
Las urgencias de los dos oncenos motivaron que ambos saltaran al terreno de juego con muchas precauciones. Al Schalke le bastaba con estar bien posicionado sobre el terreno y con hacer una presión efectiva para desactivar la línea de creación valencianista.
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