Tendrán que empezar de cero. Las lluvias no se detienen y la provincia de Darién también ha sido afectada.
Cientos de indígenas perdieron sus siembros, luego que fueran arrasados por los ríos. Y es que desde el pasado 23 de noviembre, personal de SINAPROC ha tenido que ir a las comunidades a verificar que los daños no fueran mayores.
Los residentes de ocho sectores de Jaqué, cuatro de la Balsa y otras ubicadas en Sambú, Puerto Indio y Santa Fe, todas ubicadas a la orilla de los ríos, están alarmados, pues las aguas llegaron a su máximo nivel en dos ocasiones, pero afortundamente, han vuelto a bajar.
Sin embargo, si las lluvias siguen no se descarta que salgan de su cauce nuevamente, por lo que deben tomar las medidas de prevención.