Observando un viejo árbol de Navidad que encontró entre los pocos enseres que quedaron en su casa, luego de las inundaciones, Ariel Villarreta Martínez, de apenas 8 años, lloraba porque este año no tendrá Navidad.
A su corta edad, le ha tocado sufrir en carne propia los estragos de las inundaciones en el Norte de Coclé, en Boca de Lurá, Toabré.
El niño, muy triste, señaló que el 24 de diciembre será un día más para él y su familia, porque no tienen motivos para celebrar, ya que están pasando por muchas necesidades.
Arielito no será el único niño que no tenga Navidad, pues las fuertes lluvias acabaron con comunidades enteras.
El pequeño indicó que lo único que pide es un carrito, y alimentos para sus padres.
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