Los campesinos del sector del Calabazo, Caimitillo, Los Paulinos y Guzmán, al norte del distrito de Natá, están disconformes con la hidroeléctrica que se pretende construir.

Emilio Ortega, vocero del grupo Pro Defensa de los Recursos Naturales de Bajo Grande, explicó que se sienten afectados, ya que desde que la empresa realizó las excavaciones y retenciones de las aguas de Río Grande no pueden utilizar el vital líquido para tomar ni para bañarse, porque está totalmente sucio.

"Mi casa está rajada por los movimientos de tierra que se han hecho, las rocas están amenazando con rodar y caer sobre nuestras viviendas", manifestó Ortega.

Por su parte, Constantino Castillo, representante del corregimiento de Guzmán explicó que la empresa que está construyendo la hidroeléctrica tiene el deber de restaurar los daños ocasionados por la obra que incluyen las reparaciones de las viviendas afectadas.