Nadie se responsabilizó por las afectaciones de Zunilda. Ella es cabeza de familia. (FOTOS: ERICK BARRIOS / EPASA)
Viola Guevara Gallimore
| DIAaDIA
Una víctima. A paso lento y agarrada de su andadera, Zunilda Zárate caminaba por la Cinta Costera vendiendo suéteres para ganar dinero. ¿La razón? Hace seis meses se convirtió en una víctima más del transporte público, cuando iba a bordo de un bus de una ruta interna de la 24 de Diciembre. El conductor en el que viajaba trató de llegar más rápido a su destino, por lo que intentó rebasar a otro bus de la ruta Corredor, que estaba mal estacionado, y provocó que el primero perdiera el control y colisionara.
La más afectada fue Zunilda, quien sufrió una fractura en el lado derecho de su cráneo y quedó con una hemiparesia del lado izquierdo del cuerpo, es decir, que no puede mover su pierna.
La joven de 38 años quedó postrada a una silla de ruedas sin poder trabajar y no fue sino hasta hace dos semanas cuando logró pararse de la silla y utilizar una andadera, debido a la buena evolución que ha tenido en las terapias y tratamientos, que han sido sufragados por el Movimiento 23 de Octubre y el Ministerio de Desarrollo Social. Aunque ya puede andar de pie, Zunilda está preocupada por la falta de trabajo, por esta razón, junto a los demás miembros de dicho Movimiento, realiza la venta de suéteres para recoger fondos y ayudar a las víctimas.
José Díaz, miembro del movimiento, dijo que el Gobierno debe hacer algo por las personas que sufren secuelas del transporte y que así como indemnizan a los transportistas, lo hagan con ellos.
NO MAS
El logo de los suéteres que venden denuncian que no quieren más víctimas del transporte.