Afectados por inundaciones esperan ayuda

Con martillos, clavos y machetes en mano, unas 23 familias de La Riviera de Barrio Balboa tratan de levantar sus casas, que el pasado domingo se inundaron al desbordarse el río Caimito.

En medio de un albergue temporal, estas personas continúan esperando la ayuda del Gobierno central o la reubicación a otro lugar, a fin de no volver a vivir esta tragedia, según indicó José Meina, pastor de la iglesia del lugar.

Afectados, como Yusaida Mariscal, dijeron que aquella madrugada todo fue algo inesperado, las aguas arrasaron con al menos 10 casas, cuyos habitantes salieron con lo que tenían puesto, perdiendo todo lo demás.

Por otro lado, las condiciones de los pobladores de la región norte del distrito de Santa Fe, en la provincia de Veraguas, sigue siendo tensa.

Ernesto Martínez, gobernador veragüense, sostuvo ayer que el mal tiempo bajó, pero varias horas después volvió arreciar. Incluso hay poblados que llevan varios días incomunicados, que necesitan alimentos y agua potable.

Martínez, dijo que pese a las malas condiciones meteorológicas, se está transportando alimentos secos, medicina, agua y además. Se está trabajando para evitar que se den los brotes de vómitos y diarreas o cualquier otra enfermedad.