Los arnulfistas insisten en negarlo todo, mientras las instancias judiciales parecen avanzar con buen pie en el caso de Prados del Este. Este tiene todos los signos de ser un caso firme, mientras todo lo demás se ha quedado en palabras.
La defensa de los arnulfistas es estrictamente política. Parece que su estrategia es dejarlo en esa esfera, sin permitir que se hable del asunto en un terreno estrictamente legal. Veremos en qué queda todo el asunto.
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