Fue como empezar de nuevo, y no porque perdió todo en un incendio o inundación, sino porque aprendió a vivir con el VIH desde los 28 años.

Se trata de Jennifer, nombre ficticio de esta mujer de 34 años, que fue contagiada por su ex pareja y que ahora es portadora asintomática del VIH. "Fue duro, difícil, para mí era imposible y pedí otra prueba que lo confirmó", señaló esta mujer cuando explicaba el momento en que se enteró.

Por fortuna, su hija, que ahora tiene 17 años, salió negativa. Jennifer se enteró por casualidad por unas pruebas de exámenes generales.

Con la ayuda de su familia, ha logrado salir adelante. Vivir con el virus le ha cambiado la vida en un 100%.

Manifestó que ella ve la vida diferente, "es una segunda oportunidad, como volver a nacer, hacer las cosas que no se habían hecho y analizar un poco más lo que uno tiene, lo que puede perder. Cada día para mí es un regalo y doy gracias a Dios". Recomienda a las mujeres que inculquen a su pareja a usar preservativo, pues muchas amas de casa reciben el virus en su hogar de hombres promiscuos; de igual forma, instó a los adolescentes a que retrasen su vida sexual.

La ventaja para ella fue que se dio cuenta a tiempo y ahora sabe que no morirá de SIDA, debido a que recibe el tratamiento de la triple terapia en el Hospital Santo Tomás, para no llegar a esa etapa.

Considera que ha tenido "suerte" porque sus vecinos y amigos saben que es portadora, mas no la han discriminado. Ni siquiera cuando va al odontólogo u otras citas médicas, como sucede con otras personas contagiadas de VIH.

Tan normal es su vida que tiene una relación de un año y medio con un hombre que es negativo. "Desde un principio se lo dije, no hubo problemas y ahora nos cuidamos".

MENSAJE

"No se confíen de nadie, traten de aplicar la fidelidad mutua, retraso de vida sexual y el uso del preservativo".