A sus escasos tres años, la pequeña Yuranis no acepta a su papá por el simple hecho de no haberlo visto nunca antes. Pero el "distanciamiento" de este hombre de sólo 30 años, se debió a que por un error de cómputo, Rubén Darío Amor pagó 14 meses más de lo establecido por la ley, lo que le impidió estar junto a su pequeña los primeros años de su vida.
Un delito menor, como puede ser un robo, llevó a este padre de familia a ingresar a la cárcel La Joya el 26 de septiembre de 2002, para empezar a pagar una condena de 24 meses, que fue prolongada un año y dos meses más; pero, lo más irónico de esta increíble historia es que según las leyes, Rubén Darío debía salir el próximo viernes 9; no obstante, gracias a un "Hábeas Corpus" interpuesto por la Defensoría del Pueblo, pudo salir y dejar atrás lo que él considera "una verdadera pesadilla".
Según sus familiares, el problema radica en la falta de interés de las leyes por querer ajustarse a las normas legales, pues cada departamento de gobierno poseía una fecha de ingreso diferente; por ello, en el expediente de ingreso de Rubén no aparecía el día de entrada a la cárcel, lo que motivó el nefasto error.
Torturas, violaciones a los derechos de los privados de libertad, hambre, sufrimiento, constantes peleas, maltratos, restricción de llamadas y visitas, al igual que tener que compartir la pequeña celda con homicidas, contrabandistas y violadores, fue parte de lo que este hombre, que dio todo por perdido, tuvo que vivir alejado de su mujer, padres e hijos; por lo que hoy pide, arrepentido, una nueva oportunidad y un trabajo para empezar de cero.
¡SOY OTRA PERSONA!
Así aseguró Rubén, por lo que muy seguro y optimista espera conseguir un empleo para mantener a su familia y recobrar el tiempo perdido.
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