Se volvieron catadores. Brindando por su fechoría deben estar los individuos que robaron en un depósito de vinos, ubicado en la vía principal de Río Abajo.
Aprovechando la oscuridad de la noche, la falta de un celador y el ruido de los comercios cercanos y de los carros, se introdujeron por un hueco que hicieron en el techo del local.
En horas de la mañana, cuando Rutilio González, encargado del depósito llegó, se dio cuenta que les habían robado, pues al entrar se percató de que varias cajas de vino hacían falta.
Esperan hacer el inventario para conocer la cifra exacta de la pérdida, que puede ascender a cientos de dólares, pues entre los vinos robados hay varios en los que una botella cuesta 25 dólares.
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