Al maestro con cariño. Responsable, respetuoso, buen hijo y excelente profesional, todas estas cualidades las podemos encontrar en Edgardo Esquivel, quien desde siempre quiso ser docente porque le gustaba enseñarles a sus compañeros en el salón de clases. Recuerda que los orientaba y les hacía ver que sin una profesión no se obtienen buenos resultados y tampoco se logra ser una persona de bien.
EXPERIENCIA
Por más de 14 años ha laborado en diferentes área del país, incluyendo áreas de difícil acceso.
Recuerda, como si fuera ayer, cuando laboró en la Escuela Benigno Tomás Argote, en Boquete, Chiriquí; luego en la Nocturna Oficial de Santiago; después en la Escuela de Almirante, en Bocas del Toro; posteriormente en el Primer Ciclo Louis Martínz, en San Miguelito y ahora lo hace en el Instituto Profesional y Técnico Ángel Rubio, en horas de la tarde; y en el Instituto de Formación Marítima John Dewey, en la mañana.
Aunque por su mano ha pasado innumerable cantidad de alumnos, Edgardo no olvida a sus estudiantes de Almirante de Bocas del Toro y siente profunda admiración por ellos.
Con un suspiro, los trajo al presente diciendo: "Mis jóvenes estudiantes los recuerdo con mucho amor y cariño, porque me hacían sentir el mejor de los docentes, en ese momento me olvidaba de lo lejos que estaba de casa, porque sus rostros sudorosos con sus zapatos levemente cosidos y algunos hasta descalzos me hacían entender que mis enseñanzas les duraría toda la vida".
Sabe que la clave del éxito de la enseñanza es el apoyo de los padres a sus hijos, en casa.
Actualmente, este docente atiende un mínimo de 13 grupos en materias como Geografía, Historia y Cívica y cada grupo tiene aproximadamente entre 30 y 40 estudiante. Pero además de la cátedra, también los inculca a hacer el bien, igual como se lo enseñó su madre.
Su madre ha sido su inspiración, "ella siempre creyó en mí, es la persona más extraordinaria, por ella yo hoy estoy aquí, porque me tracé una meta y ella me ayudó a cumplirla.
Hoy en el Día del Maestro, DIAaDIA felicita a todos los docentes, que al igual que Edgardo Esquivel muchas veces dejan a sus familias para enseñarle a gente que necesita de ellos.
DEDICACION
No importa cuántos estudiantes tengamos que atender, siempre recordemos que tenemos una diversidad por enseñarles y que cada alumno es único.