Hola Moza, quiero decirte que leo siempre tu columna. Pareces una mujer muy sensata y te escribo porque me siento muy solo. Te cuento lo que me sucedió. Hace días me la pasaba peleando con mi novia, a la cual amo con todo mi corazón, y ella se aburrió de eso y me abandonó.

Quisiera que volviera y no sé qué hacer para tenerla nuevamente a mi lado. Sé que me quiere, pero yo la aburrí con mis rabietas y ansiedades. Es injusto, lo sé, pero ahora que me encuentro solo entre cuatro paredes quisiera correr a buscarla. Lo peor de todo esto es que fue una pelea sin sentido, por estar celándola.

En su carta decía que si en verdad la amaba y había cambiado la buscara, de lo contrario, me olvidara de que ella existe. He intentado analizar sus palabras, pues no quiero herirla más y, la verdad, sigo confundido.

Ella es tan dulce, cariñosa, y lo mejor, es una mujer sincera. No quisiera perderla, pero ya ves, todavía no he hecho nada para que regrese y no sé si ya se ha arrepentido, por el tiempo que he demorado en buscarla. Aunque sé que es una buena mujer, la verdad es que discutimos mucho. Ella siempre me echa la culpa a mí y creo que está en lo cierto. ¿Crees que debo buscarla? Dame un consejo por favor, porque no quiero perderla.

¡BUSCALA YA!

Hola, gracias por escribirme. Creo que tu problema no es tan grave, pues sólo tienes que tomar decisiones fuertes en tu vida y todo será diferente.

Creo que has dejado pasar mucho tiempo para buscar a esa mujer que tiene tantas cualidades, como tú mismo lo has mencionado. Recuerda que en el amor no hay ganadores ni perdedores, deja el orgullo o perderás a la persona que tanto amas.

Deja a un lado aquellos sentimientos de desconfianza que invaden tu alma y no permitas que se aleje de tu lado la mujer que puede ser la futura madre de tus hijos, deja atrás esas tonterías.

Búscala, pídele perdón y desde hoy empieza a cultivar tu futuro con esa chica. Cuando lleguen los hijos y tu familia esté completa, te acordarás y te reirás por casi perder la felicidad. Cuídate y cuida tu relación. ¡Suerte!