Superó las adversidades que la vida le puso en su camino. Como Francisco Martínez, sobran los ejemplos de personas que pese a las discapacidades físicas, no están en las calles pidiendo limosnas, sino aprendiendo a valerse por sí mismos.
Los golpes no evitaron que soñara con una vida mejor y lograra iniciar una familia. Hoy tiene cuatro años casado, aunque su historia es triste y a la vez inspiradora.
Francisco tiene 33 años y es trabajador manual en el IPHE. A punta de esfuerzo levantó su casa en El Valle de Urracá, en San Miguelito, que en un inicio era de cartón y zinc, hoy de concreto.
Pero si usted ha pensado que su vida es vacía, atento, lea esta historia.
DIA NEGRO
"Los problemas empezaron cuando vi la primera luz del día", relató este entusiasta hombre. Como soy retrasado mental, es decir, según los médicos, sólo tengo el 75% de mi capacidad intelectual funcionando y para mi familia era el protegido de mi abuela materna, me hicieron la vida imposible. A los 14 años, cuando mi abuela murió, tuve que lavar carros en las calles, cerca del Tribunal Electoral, con la única pieza de ropa que tenía. Me iba al "Parque de los Aburridos" como chequeador de buses para rebuscarme; esto me obligaba a dormir donde me agarraba la noche", con voz fuerte nos seguía relatando.
Entristecido por su desamparo, se vio obligado a regresar a la casa de un tío que administraba la libreta de chances y billetes que la abuela le dejó para sobrevivir, aunque le dieron abrigo para que terminara el primer ciclo en la escuela Louis Martinz, de San Miguelito, también recibió golpes.
La esperanza seguía creciendo, hasta que una maestra le consiguió una beca, logró ingresar a la Escuela Profesional Especial del IPHE, conocida como EVE, para obtener el "Título de Soldador Auxiliar".
Limpiando cada rincón de la institución donde labora, tiene algunos sueños como: ser profesor y enseñar a los discapacitados a perseguir los sueños y aprender a volar sobre el pantano de la vida.
CREATIVO
Tiene una microempresa que atiende en sus días libres, hace la jardinería y plomería a nivel residencial. Además, se aplica en la soldadura, es plomero, fontanero y hasta electricista.
|