El señor Luis (suéter negro) trata de asimilar lo ocurrido. (Foto: ERICK BARRIOS / EPASA)
Milagros Murillo F.
| DIAaDIA
Chapuzón fatal. Una joven de 17 años de edad vio a sus amigos morir ahogados, luego de que un momento de esparcimiento se convirtiera en una desgracia que ahora une a dos familias por el dolor.
Con pesar, el señor Luis Esteban Lasso recuerda que ayer en la mañana su hijo, del mismo nombre, le pidió permiso para irse a bañar al río junto a unos compañeros de la escuela, aprovechando que no tenían clases. Al no darle el permiso, el jovencito, de 18 años, se enojó y fue donde su mamá, quien lo autorizó. Ellos estaban a punto de graduarse.
Todo marchaba con tranquilidad, Luis se fue al río Cabobré que pasa por los Lotes de Pacora, junto a su amigo Enrique Chong y otra compañera, pero de repente a uno de ellos, supuestamente le dio un calambre. Al principio, el resto pensó que era relajo, pero luego el otro reaccionó y fue en su búsqueda; en cuestión de segundos ocurrió la tragedia.
Las pocas mujeres y niños que estaban en el lugar no pudieron hacer nada para salvar a los dos amigos, sólo tocó esperar a que personal de SINAPROC llegara y recuperara sus cadáveres.
Poco a poco, llegaban los curiosos y también el señor Luis, quien aseguró que los muchachos eran buenos amigos, que iban bien en la escuela y muy tranquilos.
Al conocer la tragedia, la mamá de Luis, quien era el tercero de tres hermanos, tuvo que ser llevada al hospital. Los familiares de Chong no pudieron llegar al río, ese, que a pesar de las lluvias se mantiene claro, cuyas aguas se desplazan con aparente calma, y que nadie imaginaba que cobraría la vida de dos jóvenes estudiantes.
GRADUANDOS
Luis y Enrique estudiaban el último año de Comercio en la escuela Jeptha B. Duncan.