
Hasta allí ha sido la versión de Pacho. Ahora le diremos qué piensa Micella desde los Estados Unidos: “No habrá divorcio, hemos conversado mucho y decidimos darnos otra oportunidad, tal como lo dice el libro de Carlos Cuauhtémoc, la última oportunidad. Estos meses de separación han servido de mucha ayuda para el matrimonio, porque han sido meses de reflexión. Mi esposo es un hombre nuevo naciente en Cristo y eso me tiene muy feliz. Yo amo a Eduardo y aún sigo amándolo. En diciembre regreso a Panamá”, confesó.