Carros destruidos, vidrios y ventanas rotas en el estadio, baños dañados, tuberías rotas, un herido con arma blanca y despelote total fue el saldo que arrojó la final de ANAPROF, entre el San Francisco de La Chorrera y el Arabe Unido de Colón, en el Estadio Nacional.
Los hechos de violencia no se registraron en una protesta o algo similar, fue en un juego de fútbol, donde las personas van a divertirse y a apoyar a su equipo en familia.
La tarde familiar y de fiesta fue interrumpida por un público del Árabe Unido, que a veces se pasa de revoluciones, y por la falta de unidades de control de multitudes, se formó el caos.
Apenas 125 unidades de la Fuerza Pública fueron contratadas por ANAPROF para controlar en la final a dos aficiones numerosas.
Hombres, mujeres, niños, periodistas y público en general se vieron afectados por la falta de seguridad y fueron víctimas de los gases pimienta que tiró la policía para controlar a los fanáticos.
Dentro de los hechos registrados, hasta el bus de Editora Panamá América se vio afectado por una piedra a la salida del Estadio Nacional Rod Carew. Lo más triste es que pierde el fútbol y pierde el propio aficionado.
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