Ùtil a la sociedad. Nunca imaginó que ayudar a confeccionar piñatas sería la forma como se ganaría la vida.

Débora Álvarez, diagnosticada por los especialistas con discapacidad mental desde hace más de 46 años, hoy es una de las empleadas más sobresalientes y capacitadas del Taller de Piñatería del Instituto Panameño de Habilitación Especial (IPHE).

"Mis padres me enseñaron a trabajar para ganarme mi sustento diario, para que si algún día no estuvieran conmigo, yo pudiera seguir adelante". Esta enseñanza le cayó de maravilla porque hoy sus padres no están con ella, solo cuenta con dos hermanos que la visitan ocasionalmente y por ellos sigue adelante.

Con voz resquebrajada y una lágrima recorriendo su rostro, Débora recordó a sus padre, pero a la par le agradecía a Dios por tener un empleo.

APLICADA

Muchas de las piñatas que se utilizan en las fiestas han sido confeccionadas en la institución por personas con discapacidad como Débora, quien se ha dedicado al oficio por más de 33 años.

El trabajo específico que realiza es empapelar, forrar, colocarle el cabello a las piñatas, además de confeccionar flores y hacer el engrudo para las piñatas. Débora es muy sensible, aplicada, cariñosa, siempre trata de cumplir con la tarea que se le asigna. "Estoy muy contenta de ayudar a confeccionar piñatas de Sirena, Santa Claus y de toda clase que los clientes mandan a confeccionar".

Con el dinero de su salario, salda sus compromisos de luz, agua, teléfono, hace súper y cuando le alcanza destina algo para comprar ropa y algunas otras cositas.

AMOR AL TRABAJO

Le gusta cada día asistir a su trabajo, porque como dice "es mi pan de cada día, y me gusta compartir con mis compañeros de trabajo, además disfruto haciendo piñatas".

FELICIDADES

Hoy, DÍAaDÍA felicita a todas las personas con discapacidad y se une a la celebración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, al igual reconoce que con su esfuerzo, dedicación y trabajo aportan al engrandecimiento de Panamá.

RECUERDOS

Para Débora, los años de su infancia fueron los mejores. No olvida que le gustaba hacer travesuras con los zapatos de su madre.