Necesita de todos. "Nunca imaginé que mi regalo de Navidad fuera una bala perdida".

Para Alberto Casimiro Polo, la vida cambió el 25 de diciembre del año pasado cuando un proyectil de bala lo impactó en la columna y le afectó el área medular de su cuerpo, lo cual lo dejó postrado en una silla de rueda. Su único pecado fue estar a la hora y en el lugar equivocado, mientras felicitaba a sus vecinos en Barrio Lindo de Santa Ana, en la Nochebuena. Este día estaba una niña de 2 años, quien perdió la vida en un hecho que consternó a todos en el lugar, porque Alberto no era un joven de mal vivir.

SIN HORARIO

Los días y las noches son iguales para él, sin amigos ni visita, su única compañía son sus recuerdos y la nostalgia de ver llegar mejores días. "Antes, cuando gozaba de salud, salía a pasear con mi hija de un año y mi esposa", ahora solo un sillón con pocos muebles que le han prestado, le sirven de compañía para mitigar su dolor.

SUFRIMIENTO

Cada día cuando cae la noche y debe dormir, Alberto piensa en desplazarse hacia el dormitorio, porque debe arrastrarse por unas escaleras viejas que en ambos lados tienen clavos oxidados, característicos en las casas de madera con altillo, los cuales les producen pequeñas heridas, que logran desmejorar más su salud.

SIN AYUDA

"Como hombre me siento muy mal de no poder mantener a mi familia", manifestaba Alberto, quien hasta antes del accidente trabajaba como ayudante en la construcción, de esta forma mantenía a su familia y pagaba un cuarto de alquiler, luego de este terrible accidente tuvo que vivir de la caridad de su madre, su suegra y Nedelka su vecina que cuando puede le ayuda con algunos enseres. En ocasiones la esposa realiza trabajos informales y con eso compran algunos medicamentos y alimentos.

TRATAMIENTO

Al no recibir la terapia oportunamente un hueso de la pierna se le está desviando, además necesita cambiarse la bolsa recolectora de orina, en ocasiones demora hasta 3 meses.

INAGUANTABLE

Alberto quien está en silla de ruedas vive al lado del servicio comunal que utilizan casi 30 personas, los olores son insoportables.