No todo es relajo. El velocista jamaiquino Usain Bolt pasó a la historia en Beijing al ganar tres medallas de oro, con lo que establece un récord mundial en cada uno de estos eventos.
Además de ganar el oro en los 100, 200 y 4 X 100 metros, Usain rompió su propio récord de los 100 planos con un increíble tiempo de 9.69.
Pero ese ídolo jamaiquino no surgió de la nada. Con algo de dificultad ha sabido superar el tema de la pobreza en su natal Trelawny, así como las parrandas y las equivocadas decisiones asumidas por su propio mal comportamiento.
Bolt, el niño travieso y vago que de pequeño prefería hacer trastadas con las chicas que dedicarse a entrenar, es hoy el hombre más rápido del mundo con los 100 metros en 9,69 segundos y 42 zancadas registrados en los juegos Olímpicos de Beijing.
SU NIñEZ
Cuando era un niño en Jamaica, Usain se pasaba el tiempo jugando críquet y fútbol. Aunque en la preparatoria era uno de los mejores corredores, Usain no practicaba mucho el atletismo, pues le interesaba más corretear muchachas.
Aunque su familia no era tan pobre como el resto de sus vecinos, Bolt tenía que cumplir con algunas labores cotidianas como recorrer cinco kilómetros con recipientes para llevar agua potable a su casa y para ir al supermercado o a la escuela.
Su abuela Mónica Davis recuerda que era un niño hiperactivo, atlético y travieso, pero con una gran humanidad. "Siempre estaba brincando o corriendo. Su padre hasta le llevó a varios especialistas para comprobar si todo estaba bien".
SUS GRANDES ENEMIGOS
Todavía hoy, a pesar de la hazaña lograda por el jamaiquino, para su primer entrenador, Pablo Mcneills, el mayor peligro de Bolt es él mismo.
Pocas personas estuvieron tan seguras en el potencial de Bolt como McNeills, quien evitó que su alumno más juerguista se perdiera.
McNeills cuando entrenaba a Bolt regresaba muchas tardes a la pista de entrenamiento de la escuela, y tenía que ir en taxi hasta Falmouth, porque Bolt se había escapado para ligar con alguna chica.
"Él corre para ganar dinero y para gastar sus energías. Es un hombre feliz, que sólo piensa en disfrutar y vivir la vida. Todo se lo toma a broma. Con 22 años ya ha hecho muchas tonterías. Sus principales rivales a batir ahora son el dinero, las fiestas y los coches nuevos", dijo.
ACTUALIDAD
Hoy, Bolt gana 5.4 millones de dólares al año. Desde que batió su propio récord en los 100 metros lisos y ganó la medalla de oro, su empresa patrocinadora ha vendido más de 2 millones de zapatillas doradas. Una cifra que se multiplicará por cuatro, tras la hazaña en los 100 metros lisos.
Cada una de las 42 zancadas que dio en Pekín vale medio millón de dólares. Su caché se ha disparado. Ahora cobra 67.500 dólares para competir en eventos como el circuito de Zúrich.
El atleta jamaicano afirmó haber olvidado sus hábitos de vida desordenada para centrarse en su carrera deportiva.
"Cuando eres joven, sólo piensas en divertirte, no te preocupas de lo que te deparará el futuro. Pero después de un tiempo compitiendo, ves lo que puedes conseguir. Esto es lo que hago para vivir, así que debo concentrarme en lo que quiero", explicó el velocista.
DIETA
Para Zoe Davis, tía de Bolt, parte del éxito de su sobrino se lo debe a la ingesta de frutas tropicales.