He recorrido varios puntos del país y al hablar del Programa 100 a los 70 del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), muchos llegan a la conclusión de que hay algunos adultos mayores que se están aprovechando de este beneficio y no lo necesitan, ya que son dueños de negocios, tienen ganado y grandes fincas.
Si bien es cierto, algunos, por dignidad, han renunciado a este programa, pues reconocieron, algunos obligados, de que hay otras personas que viven en condiciones precarias, por lo que es un dinero destinado a ellos y se justifica.
Otros simplemente alegan que este programa no tenía las reglas del juego muy claras, así que ellos no son los culpables, sino quienes lo organizaron.
Hasta dónde estirará este proyecto; no lo sé. Lo cierto es que habrá personas del gobierno que estarán buscando la estrategia para no quedar mal con esta idea que se vendió como punta de lanza durante la pasada campaña electoral.
Este tema es hasta fuente de inspiración. Si no me creen, en Aguadulce, esto lo compuso el señor Eleuterio Villarreal Babú: “Ahora con el 100 a los 70
No hay hijo que no quiera llevarlo donde quiera/Ahora lo cargan como un niño/Porque saben lo que quieren/Después que pasa el tiempo/Se olvidan de que él existe/Pero cuando está cerca la merienda/Lo buscan para que cobre/Y llevarlo a la tienda para complacerlo/Qué bueno es el 100 a los 70/.