¿ Porqué “preferimos” encarnar o hacer películas y obras en torno a villanos y tragedias reales, que aquellos en torno a lo s buenos y felices sucesos? Hay o existe una especie de morbosidad en ello, un caso colectivo, ya que es seguido por una gran parte de la sociedad y el mundo. Lo malo y lo prohibido, lo intrigante y terrorífico ocupa la mayor atención e interés. Se cuenta con una doble moral. Para los niños: cuentos del mundo de los estudios de Disney, sobre lecciones de valores infantiles, como aquellos conocidos y reinventados como la Caperucita Roja y el Lobo, mientras que para los jóvenes y mayores: romanticismos que terminan en tragedias, violencia, terror y muerte. “De a coco”: musicales para adolescentes. Panamá no escapa de ello, cuando vemos los títulos y las propuestas en nuestros teatros. Pero es claro que la comedia satírica, los dobles sentidos y la sexualidad ocupan uno de los primeros lugares de audiencia. Para este mes en que entramos, y ante esta época del Día de la Madre y de la Navidad, seguramente cae perfecta cualquier propuesta entorno a dichas celebraciones, pero la gente poco sale a ver teatro; más van al cine. Esperamos motivarlos, aunque son los productores y directores quienes a veces creen que no es buena época para presentar teatro. Incluso se le dijo a un director, hace como dos años atrás, que enero tampoco era buen tiempo. No se dejó llevar de esto y rompió esquemas teniendo éxito. Y es que cualquier tiempo es bueno y cualquier obra es buena para aquel interesado y curioso. Siempre se está abierto al aprendizaje. El pueblo es el que elige y decide. Usted, presente. &162;Ah bueno! También hay que ser realista y saber si una producción es realmente rentable. Hay quienes se hacen con las desgracias humanas, esperemos que no sea el caso con los últimos acontecimientos suscitados en nuestro país, con la excusa de enseñar historias y aprender de ellas, porque tristemente, pocos son los que verdaderamente tienen algo que enseñar o aprender. Interesa gratuitamente, vender vida y paz.