
Junto a su amigo incondicional.
Foto: EVEGRTON LEMON
Junto a su amigo incondicional.
Foto: EVEGRTON LEMON
Junto a su amigo incondicional.
Foto: EVEGRTON LEMON
En formación con el can.
Sus otros compañeros en los entrenamientos.
Posee una gran vocación.
Nunca deja de capacitarse.
Junto a su amigo incondicional.
Foto: EVEGRTON LEMON
En formación con el can.
Sus otros compañeros en los entrenamientos.
Posee una gran vocación.
Nunca deja de capacitarse.
Junto a su amigo incondicional.
Foto: EVEGRTON LEMON
En formación con el can.
Sus otros compañeros en los entrenamientos.
Posee una gran vocación.
Nunca deja de capacitarse.
Junto a su amigo incondicional.
Foto: EVEGRTON LEMON
En formación con el can.
Sus otros compañeros en los entrenamientos.
Posee una gran vocación.
Nunca deja de capacitarse.
Junto a su amigo incondicional.
Foto: EVEGRTON LEMON
En formación con el can.
Sus otros compañeros en los entrenamientos.
Posee una gran vocación.
Nunca deja de capacitarse.
Un héroe. La mayor virtud de Luis Miguel González Echeverría es salvar vidas y exponer la de él si es necesario, pues labora como socorrista de La Cruz Roja de Colombia, donde ofrece su voluntariado desde hace ocho años.
Todo empezó hace 10 años, cuando caminaba por las calles de Colombia y una persona le regaló un perro, aduciendo que no servía para nada, pues tenía un lunar en la cara. Él vio algo especial en ese animal y decidió llevarlo a entrenar en la Cruz Roja, donde aprendió grandes destrezas.
Luego de ver cómo su perro se convirtió en un miembro activo, decidió que estaba listo para servir a la población de la misma manera, por eso dio inicio al curso donde aprendió las maniobras de rescate que jamás imaginó que existían y cómo en cuestión de minutos, se puede salvar la vida de una persona.
Trayectoria
Fueron arduas las tareas de aprendizaje, pero hoy gracias a ellas ha sido parte de muchas labores de rescate, una de ellas en Haití, donde fue junto a su perro Pirry; de igual forma en todas las inundaciones que ha habido en Colombia y también ha logrado rescatar personas y eso lo llena de mucho orgullo. Él vino a Panamá para participar en la búsqueda de los miembros de la Cruz Roja que quedaron sepultados tras un derrumbe.
Aliado
Pirry, su fiel compañero, tiene la capacidad de buscar personas tanto vivas como muertas. Además, atiende todas las indicaciones que le hacen, inclusive, si es para atacar a delincuentes y ladrones que atentan contra la vida de alguien.
González aseguró que esa labor es muy bonita, que llena el corazón, el alma y el espíritu, por lo que sería bueno que todos lograran ser voluntarios de grupos rescatistas, en especial de la Cruz Roja que está en varios países.