¡Ay, hijo mío!, decía la madre de Alfredo Bethancourth, quien este año vivirá el más amargo día, pues la ira de un menor le arrebató a su hijo. Ayer fue su entierro y, en medio de la tragedia, abrazaba al féretro gris que emulaba la mirada sombría de los que presenciaban este triste cuadro dentro de la Iglesia Cristo Redentor de San Miguelito.
Javier, el hermano del finado, dijo que esta escalada de violencia comenzó cuando a unas vecinas se les "metió" que su madre Viodelda Bravo, a quien todos cariñosamente le dicen Mami, estaba haciendo brujería, por lo que le lanzaron unas tazas, a lo que su hermano Alfredo les respondió con una piedra. Según sus vecinas, la roca impactó en los dedos de una niña, por eso el asunto pasó de la Corregiduría al Juzgado Nocturno y después a la Personería, pero nunca se pudo comprobar nada.
Sobre el menor que lo asesinó, al que todos conocen como Yomar, resaltó que el chico tomó el asunto para él, ya que llevaba un noviazgo con una de las jóvenes de la casa con la que mantenían rencillas, por lo que hizo varias amenazas: la primera con arma de fuego y la segunda con arma blanca. Indicó que el tío del infractor hasta había hablado con ellos para decirles que el muchacho no iba a ir más a molestarlos.
Javier destacó que Alfredo trabajaba como taxista de turismo, empleo del que dependían sus dos hijos y su esposa, quienes hoy lo lloran.
CANTANTE DE REGGAE
En su juventud, Alfredo "Fello" Bethancourth hasta cantó mano a mano reggae con los artistas Japanesse y Reggae Star.
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