Adiós, compañeros. Familiares y amigos de Luis Esteban Lasso y Enrique Chong se reunieron ayer, pero no para celebrar la graduación de ambos, sino para darles cristiana sepultura.

Y es que los estudiantes que cursaban el último año en el Instituto Profesional y Técnico Jeptha B. Duncan, perdieron la vida el martes cuando fueron, junto a dos compañeras, a bañarse al río Cabobré, en Pacora, pero una mala jugada del destino permitió que se ahogaron.

Casi a la misma hora se hicieron las honras fúnebres de los jovencitos de 18 años. Mientras que en la iglesia católica de Las Mañanitas, el dolor de perder al más pequeño de sus tres hijos era evidente en los esposos Ana y Luis, quienes eran apoyados por sus dos hijas mayores y demás familiares, en la iglesia de Santa Ana, un considerable grupo despedía a Enrique Chong, quien vestía un saco color negro y en la mano izquierda tenía un fajo de billetes, tal como se hace en la tradición china para la prosperidad en la otra vida. Él fue sepultado en el cementerio chino y Luis Esteban en el de Juan Díaz. Ana, la madre de este último, no soportaba tal tristeza, tanto así que hasta se desmayó cuando salían de la iglesia.

Los jóvenes lloraban a sus compañeros, con quienes en los próximos días recibirían el diploma de Bachiller en Comercio; ahora, dos sillas estarán vacías cuando sean entregados los diplomas que tanto anhelaban.

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Luis Esteban y Enrique se graduarían el próximo 28 de diciembre.