Se regalaron 10 árboles entre los vecinos de la Avenida Justo Arosemena. (Foto: ERICK BARRIOS )
Didier Hernán Gil
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Por cada árbol derribado, se sembrarán 10.
Con este compromiso ambiental se inició la poda de 38 árboles y la remoción de más de 30 en la ciudad capital, que representan un peligro para la comunidad y las infraestructuras.
Reportes de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) indican que hay más de 300 árboles enfermos en la metrópoli con las raíces afuera, llenos de comejenes, ramas secas y carcomidos por dentro, que deberán ser talados o podados para seguridad de la población.
Ayer, el primer árbol en derribar fue un caoba de 40 años, que estaba ubicado en Avenida Justo Arosemena, y representaba un peligro para los transeúntes y el deterioro de los edificios contiguos, según lo informó el director de Aseo, Harmodio Montaner.
La madera será custodiada en un taller y podrá se utilizada para alguna diligencia que se le presente a una institución.