El pasado 1 de diciembre volv� a entonar las notas del Himno al Maestro despu�s de much�simos a�os de no hacerlo. Era una ocasi�n especial, rodeada de gente igualmente especial.
Ese d�a se rend�a tributo a 14 maestros y 14 colegios que estaban nominados a la Orden Manuel Jos� Hurtado, creada para honrar a los mejores educadores del pa�s.
Para orgullo de todo un pueblo, gan� la medalla y el t�tulo de Maestro Estrella mi cu�ado Bol�var Ramos, oriundo de la provincia de Cocl�.
Yo estaba en las gradas del Domo de la Universidad de Panam� acompa�ada de mi hermana y de la delegaci�n coclesana entre la que estaba la profesora D�bora Ramos, hermana de Bol�var.
�De casta le viene el galgo�, pensaba yo. Y es que una de mis profesoras que con mayor cari�o recuerdo es, precisamente D�bora, una mujer humilde y sencilla, con una vocaci�n de ense�ar que parec�a sal�rsele por los poros.
Qu� bien debe sentirse un maestro cuando sus ex alumnos, ahora ya profesionales y con experiencia, reconocen sus m�ritos y gritan a voz en cuello que, gracias a �l o ella, alcanzaron sus metas porque marcaron sus vidas para bien.
Al cantar el Himno al Maestro record� los m�os y sent� la necesidad de ponderar la labor de la Corporaci�n Medcom, que sac� a la palestra p�blica y desempolv� un acto tan especial que pasaba inadvertido cada 1 de diciembre. Asimismo, el Ministerio de Educaci�n se anot� un punto al unirse a otras empresas para destacar el trabajo de los maestros que hacen de su profesi�n un apostolado para servir al pa�s y no para servirse de �l. Felicidades al Maestro Estrella y a todos los que hicieron posible que los paname�os disfrut�ramos de un acto que nos dej� la certeza de que mientras haya educadores como ellos, lo positivo no ser� engullido jam�s por lo negativo de la sociedad.