La dejan paralítica

Flavia Lorenzo, de 43 años y residente en El Valle de Antón, quedó paralizada debido a una inyección que le aplicaron en un centro de Salud en San Carlos. Su vida cambió, ahora son sus hijas quienes cuidan de ella y requieren ayuda.

José Martínez, esposo de Flavia, asegura que en enero de 2011 su compañera fue a un centro de salud en busca de atención médica por artritis y reumatismo, pero recibió una inyección que le paralizó el cuerpo y a pesar del tratamiento y operaciones, ella necesita mucha ayuda. También es necesario otra intervención quirúrgica para avanzar en esta dura enfermedad, la cual le impide atender el hogar y a sus hijos que están en la escuela y que son muy pequeños.

Flavia depende únicamente de su esposo, hijos y algunos familiares, pues es poco lo que puede hacer por sí sola. Ahora logra caminar un poco con algunas operaciones que le han practicado, pero asegura que su vida ya no es la misma y requiere de tratamiento y alimentación espacial para mejorar su nutrición.

También necesita que le acondicionen su casa, pide que le reparen el baño y sanitario para poder utilizarlo sin mayores dificultades.

Para que Flavia pueda salir a realizarse terapias, debe ser cargada por su esposo, ya que la carretera está en mal estado y es imposible para ella poder caminar por allí.

El señor Martínez se encarga de Flavia desde la madrugada, hace el desayuno, el almuerzo y va a dejar a los niños a la escuela. Se va a trabajar y al regresar la misma faena, para él la situación es muy difícil, pero lo único que pide es que les acondicionen la casa para que ella pueda hacer lo que hace más de un año hacía, pero la inyección le cambió la vida.

La familia Martínez Lorenzo es muy pobre y no entienden cómo un cetro de atención médica les puede cambiar la vida, porque allí se busca es salud. Ellos no interpusieron denuncia, pues lo único que desean es que Flavia tenga una casa adecuada.