Es una mujer humilde y trabajadora. Doña María Vélez Sambrano tiene más de 21 años de dedicarse a vender legumbres y frutas en varios puntos de la ciudad. Hace un año decidió establecerse en la entrada de la barriada San Antonio, donde ha logrado ganarse muchos clientes fieles. Trabaja todos los días con su madre Valentina Cisneros y sus hijos que le ayudan a vender.
Mientras que su esposo es quien se levanta muy temprano en la mañana para comprar en el Mercado de Abasto todos los productos frescos y de buena calidad que a los moradores del área les gusta.
Le da gracias a Dios porque le ha ido bien en su negocio, dice que sus clientes están contentos porque ella trae buena mercancía, aunque reconoce que a veces está un poco cara, pero es porque los productos suben de precio.
Cuando se retira a descansar a su casa ubicada en Villa Lobos deja a una persona cuidándole el negocio, y a la mañana siguiente emprenden su labor.
Venden desde plátanos, tomates, repollo, guineos, piña, legumbres y frutas que consumen muchos de los residentes diariamente.
Pero al negocio se suma recientemente la venta de plantas. Ella ayuda a un vecino a venderlas y recibe una comisión.
"Yo soy una mujer del campo, a mí me gusta batallar, he educado a mis nueve hijos a punta de la venta de legumbres y seguiré trabajando hasta que tenga fuerzas", agregó.
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