Adiós desgarrador
En el ambiente se respiraba dolor e impotencia por la pérdida de William, quien ahora está descansando en el cielo. (Foto: Jesús Simmons / EPASA)

Didier Hernán Gil | DIAaDIA

"No sólo se fue mi hijo, se fue mi mejor amigo". Esa fue la expresión, en palabras entrecortadas y con evidente tristeza, del señor William Eric Sánchez, padre del joven de 17 años con el mismo nombre (Junier), en la misa de su vástago ayer. El joven William Eric falleció el pasado viernes, luego de estar siete meses postrado en una de las camas del tercer piso del Hospital Santo Tomás, con sus piernas amputadas y sus pulmones perforados.

Y es que Junier fue la víctima más afectada del accidente que ocurrió en la tarde del 19 de abril de 2005, próximo a la vía Cincuentenario, cuando el bus con matrícula 8B-271 de la ruta interna de Panamá Viejo y conducido por Roberto Camarena, supuestamente tuvo problemas mecánicos y se le partió la "V" del lado derecho del vehículo, perdió el control y fue a chocar contra un poste de alta tensión.

En el primer puesto viajaba Junier, por lo que sus piernas quedaron atrapadas entre la carrocería del "coaster".

Ayer se realizaron sus honras fúnebres en la iglesia La Merced de San Felipe. Este sepelio fue muy conmovedor, pues en ese templo se congregaron casi todos los amigos del barrio y sus compañeros del IV D del Instituto Nacional, además de familiares y otros compañeros empacadores de Riba Smith, donde laboraba Junier.

GRATOS RECUERDOS

Su padre, William Sánchez, tomó la palabra al finalizar la misa y compartió varias anécdotas con su único hijo varón.

"Mi hijo fue víctima de un señor negligente y le pido a Dios que lo perdone, porque ya nosotros lo perdonamos", sostuvo. También recordó los dibujos que hacía y que siempre le decía: "papá, vamos a echar pa´ lante".

Contó que "él sufrió como un hombre a sus 16 años, cumplió sus 17 años en el hospital y ese día (7 de julio) los médicos y enfermeras lo rodearon y lo felicitaron, pues se ganó su aprecio en esa lucha por vivir.

El sábado soñé con mi hijo y lo que me dijo fue: "quiero verte". Reveló que era el único nieto que acompañaba a su abuela a todas sus diligencias, una señora de 80 años.

PERDIDA IRREPARABLE

El señor Sánchez comentó que Junier tenía un cuadro familiar que pintó, al que llamó "mis verdaderos amores"; además, encontró en una de sus gavetas una carta que decía: "mi alma va para arriba", como vaticinando su muerte.

Lamentó no tener fotos de su hijo y nunca usaron la caña de pescar que le compró el año pasado para Navidad, y apenas estaba aprendido a ejecutar la guitarra eléctrica que le regaló.

CONSEJO DE AMIGOS

El padre de Junier le recomendó a los padres de familia que cuando se despidan de sus hijos, se acostumbren a darles un beso y que los abracen de corazón. Eso nunca se les olvidará, nunca.

"ES NUESTRO ANGEL GUARDIáN"

Aunque tenían una carroza para llevar sus restos al cementerio de Amador, sus amigos optaron por cargar su féretro bajo la lluvia, y al son de la canción "Fabricando fantasías", de Tito Nieves, iban a despedir a William.

LA OTRA CARA DE LA MONEDA

DIAaDIA se trasladó hasta la terminal de los buses de Panamá Viejo, en busca de la versión de Roberto Camarena.

Allí se nos informó que este ciudadano estaba bien asustado por unas amenazas que había recibido. También dijeron que Camarena no está conduciendo buses, pero que trabaja a lo interno de la piquera.

Sus compañeros lo llamaron, pero su abogado respondió que hoy darían a conocer su versión, ya que estaban analizando dicho expediente.

Posteriormente, nos trasladamos a la residencia de Camarena en Panamá Viejo.

Allí, sus familiares, un tanto sorprendidos, confirmaron que estaba reunido con su apoderado legal; sin embargo, su esposa Alicia nos relató que el día del accidente no sabían el nombre del menor, pero querían ayudarlo.

"Sabíamos que era el pasajero más grave y estuvimos yendo varias veces al hospital a verlo, mientras sus familiares no lo habían identificado", dijo. Junier pasó dos días en el Hospital Santo Tomás sin que sus familiares lo reconocieran, pues los agentes decían que el que había ingresado sin identificación era un hombre de más de 40 años.

Alicia narró que el 23 de abril, el padre del occiso se presentó a su casa y les dijo de rodillas: "denle gracias a Dios que yo no tengo un arma para matarlos a todos ustedes o contrato unos sicarios para que rapten a cualquiera de ustedes". Agregó que en ningún momento los dejó hablar o explicarles, por lo que el 24 de abril presentó la denuncia en la PTJ de Ancón para proteger a su familia, ya que en ese accidente también resultó herido un sobrino de Camarena y estaba hospitalizado en la misma sala.

PARTE POLICIAL "CONTRADICTORIO"

Los familiares de William Eric destacaron que el parte policial atendido por el agente, Javier Araúz, dice que sólo hubo lesiones leves en este accidente, mientras que su hijo quedó inconsciente por este lapso.

Su padre informó que presentó una denuncia contra el ex director de la Policía Gustavo Pérez; pero, al parecer, no procedió, a pesar de que presentó las pruebas necesarias.

DIAaDIA pudo conocer que este agente fue el mismo que atendió el caso de la joven Hiromi Cedeño, y que a criterio de sus familiares tampoco narra la realidad del accidente donde esta joven, de 21 años, perdió uno de sus pies.

Una fuente policial comentó que si no existe una denuncia formal contra el agente, no se puede tomar ninguna decisión sobre el particular.

SOLO UN HASTA LUEGO

A William Eric Sánchez Moreno le gustaba dibujar diseños para tatuajes. Formó parte del grupo juvenil en la iglesia de La Merced.

El historial de tránsito del conductor de la chiva, Roberto Camarena, refleja que tiene más de 2 mil balboas acumulados en multas y desacatos. Tiene más de 40 años de trabajar para TUPASA.

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