Hola Moza, quiero que leas muy bien lo que te voy a escribir, para que me ayudes a resolver esta gran incógnita que llevo en el corazón.
Soy una mujer casada, con un hombre apuesto y joven como yo, ambos con 28 años, y tenemos buenos trabajos. Ese no es el problema, lo que pasa es que yo tengo un trabajo difícil, gano bien, pero debo viajar mucho, situación por la que mi esposo queda solo muchas veces en la casa.
En uno de esos viajes, cuando regresé noté que la conducta de mi esposo no era la misma, y mucho menos la de mi mejor amiga, ya que la llamé muy alegremente para que viniera a ver unas cosas que le traje; pero se mantuvo un poco estresada mientras estuvo frente a mi esposo.
Moza, pensé que mi mente cochina me hacía ver cosas, pero en el siguiente viaje noté que estaban diferentes, esta vez muy coquetos y alegres. La cosa fue que olvidé todo, pero hace días, cuando regresé no les avisé y descubrí que mi esposo había pedido libre en el trabajo, pues estaba en la playa.
La llamé a ella, y qué casualidad que tampoco estaba. Ambos me dijeron que no estaban juntos, pero sucede que una amiga me llamó y me dijo que me había visto en la playa con mi pareja, muy amorosos. Le contesté que no era yo, y me dijo que cómo no, si de espalda ella pudo ver mi cabello y mi perfil. Ahora estoy preocupada, porque mi amiga se parece mucho a mí, tenemos el cabello igual y muchas otras cosas.
Quiero saber si algo pasa. Un día de éstos les haré creer que me voy, vigilaré mi casa para ver qué hay entre ellos, porque le pregunté a una vecina, una que sí es bochinchosa, con el perdón de ella, y me contó que apenas yo me voy ella entra y se queda allí viviendo. Dame un consejo.
TEN CALMA
Hola, lo que me escribes es, realmente, difícil y creo que sería injusta si te digo que hagas otra cosa, con respecto a lo que tú has decidido. Mira, muchas veces uno se equivoca, por eso te recomiendo que no juzgues nada si no estás segura. Haz lo que me has dicho, regresa un día antes y date cuenta de qué es lo que pasa, pues ya tienes la duda sembrada y cuando es así, ni modo, tienes que arriesgarte. ¡Suerte!
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