"El amor de Dios es maravilloso, tan grande es el amor de Dios..." En medio de cánticos y alabanzas se inicia el día de Sidia Zúñiga, directora del Preescolar Moriach, en Pedregal.
Ella, preocupada por el rumbo que llevan los jóvenes de su comunidad, se ha dedicado desde hace tres años a mejorar las condiciones del preescolar, para que más niños puedan ir a la escuela.
LOS INICIOS
Esta iniciativa se originó en la iglesia con un grupo de madres voluntarias, quienes fueron capacitadas en enseñanza de Educación Básica, mediante un programa que tiene como filosofía adaptar las aulas de escuelas dominicales de las iglesias y templos para impartir clases durante 5 días a la semana.
"Al principio no fue fácil porque tengo cinco hijos y era complicado atenderlos a ellos y a mis niños en la escuelita", compartió.
EXPERIENCIA Y VOCACION
Sidia cuenta que en todo este tiempo la experiencia con los niños le ha cambiado su vida y ha aprendido a sobrellevar a cada uno de ellos con la ayuda de Dios.
Joel y Aracelis son dos infantes con discapacidad que Sidia atendió el año pasado y marcaron su vida, ya que, "con ellos comprendí que en estos casos el amor por lo que haces te ayuda a lograr grandes cosas".
Narró que fue todo un reto, pero al final del año lograron captar las enseñanzas a pesar de sus limitaciones, y ya están en aulas especiales de una escuela primaria, confirmó con una sonrisa y una mirada al cielo, como dándole gracias a Dios.
A sus 38 años, siente que lo primordial en su vida es Dios, su familia y los niños de la comunidad El Naranjal y está convencida que estos pequeños no olvidarán la doctrina que se les ha enseñado y podrán forjar en un futuro, una sociedad mejor. El lema de esta pequeña escuela se basa en una cita bíblica: Filipenses 4:13, "todo lo puedo en Cristo que me fortalece".
ENTENDIMIENTO
Esta abnegada mujer resume el versículo de Filipenses 4:13, en confianza en Dios ante cualquier situación.
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